todo era cierto.  y carecía de antídoto.









.

4 comentarios:

  1. Para qué un antídoto?
    a veces ciertas cosas producen que nuestras emociones se hagan autoinmunes.

    Los antídotos son ùnicos, y no siempre garantizan
    una salvación.

    "Siempre" (esta palabra aunque la use, me parece limitada, lo mismo que -nunca-) existe un propósito, como un sentido a todo, sólo que a veces no distinguimos la cura de la enfermedad.

    I c U.

    Un abrazo!

    ResponderEliminar
  2. Según esa teoría, la propia carencia de antídoto es lo que contrarresta el error.
    "La verdad sigue estando ahí afuera"
    ExP.X.
    Pero X es incógnita.
    Resolver la ecuación.
    Resultado.

    ResponderEliminar
  3. Mmmmm, que incrédulos fuimos...


    p/d Por si acaso, siempre llevo cmg suero antiofídico.

    Bicos

    ResponderEliminar
  4. Aunque hubiera antídoto, ¿de qué sirve una vida aséptica? ¿Es posible el amor sin algo de sufrimiento?
    Finalmente, si duele es porque estamos vivos.

    Besicos :)

    ResponderEliminar